Si has llegado hasta aquí seguramente sea porque tú, o alguien cercano, está en tratamiento con bifosfonatos y necesita una extracción dental. Y sí, lo sabemos… este tema suele generar mucha preocupación porque no es una intervención como cualquier otra. Los bifosfonatos tienen sus particularidades y es importante entender bien qué implican para tu salud bucodental antes de dar cualquier paso. Así que vamos a contártelo todo, de forma clara, sin rodeos y con el único objetivo de que te sientas más tranquilo y preparado.

¿Qué son los bifosfonatos y por qué se recetan?

Los bifosfonatos son medicamentos que se utilizan principalmente para tratar enfermedades como la osteoporosis, ciertos tipos de cáncer que afectan a los huesos o problemas como la enfermedad de Paget. Funcionan frenando la pérdida de masa ósea y fortaleciendo el hueso, lo cual es genial para muchas personas… pero, como todo medicamento, también tiene sus efectos secundarios, especialmente cuando hablamos de tratamientos dentales.

¿Cómo afectan los bifosfonatos en odontología?

El principal problema que nos encontramos en la consulta cuando tratamos a pacientes que han tomado o están tomando bifosfonatos es el riesgo de osteonecrosis del maxilar, una complicación poco frecuente pero muy seria.

Impacto en la cicatrización ósea y riesgos de osteonecrosis

La osteonecrosis ocurre cuando el hueso no cicatriza bien después de una extracción y queda expuesto, generando dolor, infección y dificultad para curar la herida. Esto se debe a que los bifosfonatos alteran el proceso natural de regeneración ósea. Y claro, una extracción dental implica trabajar directamente sobre el hueso, así que el riesgo es algo que debemos tener muy en cuenta.

Tipos de bifosfonatos y su duración en el organismo

No todos los bifosfonatos afectan igual. Los orales, como el alendronato, suelen tener menos riesgo que los intravenosos, que se usan en tratamientos oncológicos. Pero lo más importante es que estos medicamentos permanecen en el hueso durante años, incluso después de haber dejado de tomarlos. Así que, aunque ya no estés en tratamiento, el riesgo puede seguir estando ahí.

Evaluación previa a la extracción: diagnóstico y planificación en pacientes tratados

Antes de realizar cualquier extracción, es fundamental hacer una buena evaluación previa. Tu dentista necesita conocer tu historial médico, el tipo de bifosfonato que has tomado, la duración del tratamiento y cuándo fue la última dosis. En algunos casos, puede ser necesario consultar con tu médico o especialista para valorar juntos el mejor momento o incluso la posibilidad de pausar el tratamiento, si es viable y seguro para ti.

Precauciones antes, durante y después de la intervención quirúrgica

Técnicas mínimamente invasivas recomendadas

La estrategia en estos casos es ser lo menos invasivos posible. Esto significa que el dentista intentará realizar la extracción de forma controlada, evitando dañar el hueso más de lo necesario, y dejando la zona lo más cerrada posible para facilitar la cicatrización.

Profilaxis antibiótica y otras medidas preventivas

En muchos casos, se recomienda tomar antibióticos antes y después de la intervención, además de realizar enjuagues especiales para reducir el riesgo de infección. También puede que te den indicaciones específicas sobre cómo cuidar la herida en casa para favorecer una buena recuperación.

Alternativas a la extracción dental en pacientes con tratamiento bifosfonato activo

A veces, la mejor opción es evitar la extracción si el riesgo es demasiado alto. En esos casos, el dentista puede proponerte tratamientos alternativos como:

  • Endodoncias, para mantener el diente en la boca sin necesidad de extraerlo.
  • Tratamientos conservadores que permitan alargar la vida del diente problemático.
  • Reparaciones o reconstrucciones si es viable.

Lo importante siempre será evaluar qué es más seguro para ti, poniendo por delante tu salud general.

Preguntas frecuentes sobre extracciones dentales y bifosfonatos

¿Todas las personas que toman bifosfonatos tienen riesgo de osteonecrosis?

No. Es un riesgo bajo, pero real. Cuanto más agresivo sea el tratamiento y más tiempo haya pasado en el cuerpo, más precaución debemos tener.

¿Qué pasa si necesito una extracción urgente?

En esos casos, el dentista hará todo lo posible por minimizar el riesgo, aplicando todas las medidas preventivas que hemos comentado y haciendo un seguimiento mucho más estrecho de la cicatrización.

¿Puedo dejar de tomar los bifosfonatos para hacerme la extracción?

Depende. Eso es algo que debes valorar junto a tu médico y el dentista. En algunos casos se puede hacer una pausa controlada, pero siempre debe ser una decisión médica.

Conclusión: Confía en un equipo especializado para garantizar tu seguridad

Las extracciones dentales en pacientes con bifosfonatos requieren un enfoque personalizado, mucha planificación y un trabajo coordinado entre dentista y médico. No es algo que debas tomar a la ligera, pero tampoco hay que entrar en pánico. Con un buen diagnóstico y las medidas adecuadas, se puede realizar la intervención con seguridad y controlando los riesgos. Si este es tu caso, consúltanos sin compromiso, estamos aquí para resolver tus dudas y cuidar de tu salud dental con toda la tranquilidad que necesitas.