Los implantes dentales han revolucionado la forma en la que recuperamos piezas dentales perdidas. Y si te estás planteando ponerte uno, o ya lo llevas y simplemente te pica la curiosidad, seguro que te has preguntado cómo está hecho un implante dental por dentro. ¿Solo es un tornillo? ¿Qué partes tiene exactamente? Pues te lo contamos de forma sencilla y clara, para que lo entiendas sin necesidad de ser dentista.

¿Qué es un implante dental y para qué sirve?

Un implante dental es, básicamente, una raíz artificial que se coloca en el hueso de la mandíbula o el maxilar para sustituir un diente que se ha perdido. Sirve como base para una corona, puente o prótesis completa. La idea es que funcione y se vea como un diente natural, tanto en estética como en funcionalidad.

Gracias a ellos, puedes volver a masticar con normalidad, evitar que otros dientes se desplacen y mantener la estructura facial. Y sí, también recuperar la sonrisa sin preocuparte por si se nota o no.

Anatomía de un implante dental: elementos principales

Aunque a simple vista solo veas un “diente”, un implante está formado por tres partes clave, y cada una tiene una función muy concreta.

Tornillo o fixture: la raíz artificial

Es la parte que va insertada en el hueso, como si fuera la raíz del diente. Normalmente está fabricado en titanio (ya hablaremos de los materiales más adelante) porque es biocompatible, es decir, el cuerpo lo acepta sin rechazarlo. Este tornillo no se ve, ya que queda completamente oculto bajo la encía.

Su función es anclarse firmemente al hueso gracias a un proceso llamado osteointegración, que básicamente es cuando el hueso “abraza” al implante.

Pilar o pilar de conexión: el enlace entre implante y corona

También se le llama “abutment”. Es una pieza pequeñita, pero clave. Va atornillada al implante y sobresale de la encía. Su misión es unir la parte interna (el tornillo) con la externa (la corona).

Piénsalo como el adaptador que une dos piezas importantes. Si no encaja bien, la corona no quedará estable, y eso puede provocar molestias, filtraciones o incluso que se suelte.

Corona dental: la parte visible del diente

La corona es lo que tú ves cuando te miras al espejo. Es una réplica estética del diente original, hecha a medida. Se fabrica del mismo color y forma que el resto de tus dientes para que quede lo más natural posible.

Hay distintos materiales, pero las más comunes son de porcelana, zirconio o metal-cerámica. La elección depende de la zona en la boca, de tus hábitos y del presupuesto, claro.

Materiales más utilizados en la fabricación de implantes

Aunque hay avances constantes, lo más habitual es que el tornillo del implante esté hecho de titanio o aleaciones de titanio, por su durabilidad y compatibilidad con el cuerpo.

También existen implantes de zirconio, que son blancos, ideales para pacientes con alergias al metal o que buscan una solución más estética, aunque todavía no son tan comunes como los de titanio.

La corona, por su parte, puede ser:

  • Porcelana pura: muy estética, pero algo más frágil.
  • Zirconio: resistente y muy natural.
  • Metal-cerámica: combinación entre resistencia y buena apariencia.

Cómo se integran las partes de un implante dental en la boca

Todo este sistema no se coloca de una sola vez, sino en varias fases. Primero se coloca el tornillo y se espera a que el hueso lo acepte (pueden pasar unas semanas o incluso meses).

Después se conecta el pilar, y finalmente se coloca la corona. Cada parte encaja como un puzzle, y si todo va bien, el resultado es un diente nuevo, firme y totalmente funcional.

Lo mejor es que nadie notará que llevas un implante… salvo tú, que lo agradecerás cada vez que comas, hables o sonrías.

Diferencias entre implante, prótesis y corona

A veces usamos estas palabras como si fueran lo mismo, pero no lo son:

  • Implante: es el tornillo que sustituye a la raíz.
  • Corona: es la funda que reemplaza al diente y se coloca sobre el pilar.
  • Prótesis: puede ser fija o removible, y puede sustituir uno, varios o todos los dientes. A veces va sobre implantes, otras sobre dientes naturales.

Entender estas diferencias te ayudará a comunicarte mejor con tu dentista y tomar decisiones más informadas.

Cuidados esenciales para alargar la vida útil del implante

Aunque los implantes están diseñados para durar muchos años, incluso décadas, necesitan cuidados como cualquier otra parte de tu boca.

  • Cepíllate al menos dos veces al día, sin olvidar el área alrededor del implante.
  • Usa cepillos interdentales o hilo especial para implantes.
  • Evita morder cosas muy duras (nada de abrir botellas con los dientes, por favor).
  • Hazte revisiones periódicas para comprobar que todo sigue bien ajustado.

Preguntas frecuentes sobre las partes de un implante dental

¿Se puede cambiar solo la corona si se daña?

Sí, en muchos casos es posible. Si el tornillo y el pilar están bien, solo se cambia la corona sin necesidad de tocar el resto del implante.

¿Puedo tener un implante sin corona temporalmente?

Es posible, pero no recomendable por mucho tiempo. El implante necesita estar protegido y funcional. Si hay que esperar para colocar la definitiva, se suele poner una corona provisional.

¿Qué pasa si se afloja el pilar o la corona?

No te alarmes. No significa que el implante esté fallando. A veces basta con reajustar la pieza o volver a cementarla. Eso sí, es importante acudir rápido al dentista para evitar complicaciones.

Conclusión: Conocer las partes de un implante dental te ayuda a cuidar mejor tu salud bucal

Saber cómo funciona un implante dental no solo es curioso, sino también útil. Entender cada parte y su función te da más confianza durante el tratamiento y te permite detectar cualquier anomalía. Si estás pensando en ponerte uno, o ya lo llevas, recuerda que el cuidado diario y las revisiones son clave para que dure muchos años. Y si te surge alguna duda, ya sabes que estamos aquí para ayudarte. Tu sonrisa merece lo mejor.